
Ruanda y RD Congo se dan una semana para esbozar un acuerdo de paz

Ruanda y la República Democrática del Congo acordaron este viernes en Washington alcanzar un borrador de acuerdo de paz antes del 2 de mayo, después de meses de conflicto que causó miles de muertos.
Los rebeldes del M23, que según expertos de la ONU y Estados Unidos han recibido apoyo militar de Ruanda, han ganado terreno en el este de la República Democrática del Congo (RDC) desde enero, apoderándose de ciudades clave.
Dos días después de que Catar mediara en una tregua inesperada, Estados Unidos reunió a los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países y expresó su interés en invertir en el este de la República Democrática del Congo (RDC), una zona turbulenta pero rica en minerales.
Una declaración conjunta firmada en presencia del jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, compromete a ambos países a presentar un "borrador inicial de acuerdo de paz" para el 2 de mayo.
Los dos Estados "reconocen mutuamente la soberanía y la integridad territorial del otro y se comprometen a una vía para resolver sus disputas por medios pacíficos basados en la diplomacia y la negociación en lugar de la fuerza hostil o la retórica", se lee en el texto.
Sin nombrar a los rebeldes del M23, señala que cada país "se abstendría de proporcionar apoyo militar estatal a grupos armados no estatales".
La ministra de Relaciones Exteriores congoleña, Therese Kayikwamba Wagner, interpreta la declaración como un compromiso para la retirada de Ruanda de su país, como estableció una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en febrero.
"La buena noticia es que hay esperanza para la paz. La verdadera noticia es que la paz hay que ganarla, y requerirá seriedad, transparencia y sinceridad", dijo.
Kayikwamba y el ministro de Relaciones Exteriores de Ruanda, Olivier Nduhungirehe, firmaron el acuerdo por separado ante la mirada de Rubio y sin apretón de manos.
"Hoy hablamos de los problemas reales, las causas fundamentales que deben abordarse para lograr una paz duradera en nuestra región", dijo Nduhungirehe, y pidió una región "libre de extremismo étnico violento".
Ruanda ha negado que apoye militarmente al M23, que en su mayoría son tutsis. Pero dice que su seguridad se ha visto amenazada por grupos armados que han permanecido en el este de la RDC durante décadas, en particular las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda, creadas por exlíderes hutus vinculados al genocidio de los tutsis en Ruanda en 1994.
Un nuevo enviado estadounidense para África, el empresario Massad Boulos, suegro de una hija de Trump, visitó ambos países este mes y pidió a Ruanda que detenga el apoyo al M23 y retire las tropas.
Ambas partes recibirán "inversiones importantes" facilitadas por el gobierno de Estados Unidos y el sector privado estadounidense, señala la declaración. Invertirán en energía hidroeléctrica y minerales, un área en la que China ha estado activa en la búsqueda de recursos.
W.Bonnet--PS