
En sus primeros 100 días, Trump debilitó a Ucrania y envalentonó a Rusia

Donald Trump prometió negociar una tregua entre Ucrania y Rusia en las "24 horas" siguientes a su retorno a la Casa Blanca. Desde el inicio de su mandato, se ha acercado a Moscú, dejando a Kiev en una posición de debilidad.
Pero tres meses después, pese a la breve tregua por la Pascua, la guerra continúa y la perspectiva de un alto el fuego más duradero es más incierta que nunca.
El presidente estadounidense no ha obtenido concesiones importantes de Moscú, pese a las múltiples conversaciones de su gobierno con autoridades rusas, y acusó al mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, de ser un "dictador".
Desde que empezó su gobierno, Trump ha buscado acercarse al presidente ruso, Vladimir Putin, se distanció de Ucrania y abrió una brecha entre Estados Unidos y Europa.
En Rusia muchos celebran la perspectiva de un mayor acercamiento con la Casa Blanca y en Ucrania se desvanece la posibilidad de materializar una paz duradera.
"No está pasando nada. En términos reales, todos los días se escuchan sirenas, se ven bombas y muere gente", comentó a AFP el director de la Escuela de Economía de Kiev, Timofii Milovanov.
"Putin básicamente le está tomándole a todo el mundo", afirmó.
Desde la toma de posesión de Trump en enero, se han celebrado varios ciclos de conversaciones entre delegaciones de Estados Unidos, Rusia y de Ucrania en busca de una tregua.
Al mismo tiempo, Rusia continúa los bombardeos contra Ucrania y mató a decenas de personas en las últimas semanas en ataques con misiles balísticos.
El ejército ucraniano perdió control del territorio que había tomado en la región rusa de Kursk, su única baza para negociar.
Anna Klishkina, una fotógrafa de 29 años de la ciudad ucraniana de Sumi, fronteriza con Rusia, afirma que con Trump "nada ha cambiado", que incluso las cosas "empeoraron" en la localidad.
El 13 de abril, dos misiles balísticos rusos golpearon su ciudad y mataron a 35 personas e hirieron a más de 100, en el ataque más mortal en meses.
- "Es un 'showman'" -
Putin rechazó en marzo una propuesta conjunta de Estados Unidos y de Ucrania para un alto el fuego total e incondicional.
Ambas partes aceptaron suspender los ataques a objetivos energéticos, aunque sin un acuerdo formal, y los dos se acusaron mutuamente de violar el compromiso. Rusia consideró el viernes pasado que la moratoria de 30 días "expiró".
El ejército ruso continúa su avance en el este de Ucrania, aunque a un ritmo más lento que a finales del año pasado.
Las fuerzas ucranianas fueron expulsadas casi totalmente de la región rusa de Kursk.
Oleksandr, un soldado ucraniano, comentó que siempre tuvo una opinión "negativa" de Trump.
"Él no es un político, es un 'showman'", declaró el militar apostado en Sumi, durante un descanso.
El gobierno de Trump cortó brevemente la ayuda militar a Ucrania, un giro en la política de su antecesor, el demócrata Joe Biden, quien defendió "hacer lo que fuera necesario" para apoyar a Kiev.
Desde su llegada al poder, Trump ha repetido el discurso ruso y en febrero pidió celebrar elecciones en Ucrania para sustituir a Zelenski y afirmó falsamente que el mandatario tenía un "índice de aprobación de 4%", en un momento en que la ley marcial por el conflicto impide organizar comicios.
Las tensiones entre ambos llegaron a su punto máximo el 28 de febrero, cuando Trump reprendió a Zelenski en una reunión transmitida en vivo y lo tildó de "irrespetuoso", dejando impactados a los aliados de Estados Unidos.
En abril, Trump reanudó sus ataques contra Zelenski.
"No inicias una guerra contra alguien que supera 20 veces tu tamaño", declaró Trump, refiriéndose al presidente Ucrania, que está en guerra desde que Rusia lanzó una invasión en febrero de 2022.
- "Lo que falta es la paz" -
Trump también ha criticado a Rusia, e instó a Moscú a "moverse" para asegurar un acuerdo, y en marzo declaró a la cadena NBC News que estaba "cabreado" con Putin.
Pero su tono ha sido más bien conciliatorio.
El Kremlin dijo en marzo que el dramático giro diplomático de Trump se alinea con su propia visión, luego de que Washington tomara partido dos veces con Moscú en la ONU.
Para quienes viven en el pequeño pueblo ruso de Vereya, a unos 100 kilómetros de Moscú, ese acercamiento es motivo de esperanza.
Alisa, una camarera de 20 años, comentó que escuchó sobre las conversaciones entre Putin y Trump y que fueron "muy exitosas".
"Lo que falta es la paz", agregó.
Pero Elena Solodkaya, de 37 años, se mostró más escéptica.
"No debes poner tus esperanzas en manos de los políticos", declaró.
"En Trump, no".
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V.Lambert--PS