
El rey Carlos III recuerda los valores compartidos y pregona la paz en Italia

"La paz nunca debe ser dada por sentada", advirtió el miércoles el rey de Reino Unido, Carlos III, ante el parlamento italiano, saludando los valores que comparten ambos países en un discurso histórico.
Carlos III, primer monarca británico en dirigirse a las dos cámaras del parlamento italiano reunidas en sesión conjunta, se encuentra en visita de Estado de cuatro días en la península, donde celebrará su 20º aniversario de boda con su esposa Camila.
"Gran Bretaña e Italia están hoy unidas en la defensa de los valores democráticos que compartimos", afirmó el rey de 76 años, que comenzó hablando en italiano antes de continuar en inglés.
"Nuestros países están junto a Ucrania (...) y han acogido a miles de ucranianos que buscan refugio", agregó.
Carlos III, que realiza su 18ª visita oficial a Italia, aunque la primera desde su coronación, también destacó la cooperación de Londres con Roma y Tokio en el proyecto de avión de combate del futuro.
Este proyecto "creará miles de empleos en nuestros países y dice mucho sobre la confianza que tenemos los unos en los otros", subrayó.
El soberano, ferviente defensor del desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático, hizo alusión igualmente a los fenómenos climáticos que han provocado "sequías en Sicilia e inundaciones en Somerset".
"Las tormentas extremas, que normalmente solo ocurren una vez cada generación, ahora se producen todos los años", lamentó.
- "¿Qué tiene de impresionante?" -
Esta visita de Estado se produce menos de quince días después de que Carlos III fuera brevemente hospitalizado debido a los efectos secundarios de su tratamiento contra el cáncer.
El miércoles por la mañana, el rey tuvo un breve encuentro privado con la primera ministra Giorgia Meloni en la Villa Doria Pamphilj, una propiedad histórica rodeada de grandes jardines.
A continuación se dirigió a Testaccio, un barrio popular de Roma, donde se conoció a estudiantes de arte dramático que representaron un fragmento de "Otelo" de Shakespeare en italiano.
En los alrededores, la mayoría de los habitantes del barrio parecían indiferentes a la presencia de Carlos III, como Carlotta, una mujer de 70 años que no quiso dar su apellido.
"Me da igual el rey, pero se han pasado tres días limpiando el barrio, limpiando las aceras, recogiendo las cacas de perro, así que puede venir todas las semanas si quiere", dijo a AFP.
Otra vecina, Ninetta, de 66 años, se mostró aún más desinteresada: "Roma ha visto emperadores, ¿qué tiene de impresionante un rey? Me da igual".
Benedetta Ciarlo, de 21 años, se mostró más entusiasmada y explicó que vino desde Benevento, cerca de Nápoles, para ver al monarca.
"Soy una gran fan de la realeza. Mi favorito era el príncipe Felipe, ahora es Carlos", explicó, añadiendo que aprecia su preocupación por los jóvenes y el planeta.
Mientras tanto, Camila visitó a un grupo de estudiantes que aprendían inglés e incluso recibió una pizza Margherita, llamada así en honor a una reina italiana del siglo XIX -Margarita de Saboya-, antes de marcharse.
La repartidora, Federica Viola, describió una escena "surrealista". "Me pidieron una pizza y (...) luego me di cuenta de que era para la reina. Fue una emoción enorme", dijo a AFP.
La pareja real celebrará su 20º aniversario de boda el miércoles por la noche durante una cena de gala en el Palacio del Quirinal, residencia oficial del presidente de la República, Sergio Mattarella.
C.Blanc--PS