
Las negociaciones con EEUU, una necesidad para Irán

Donald Trump sorprendió al anunciar negociaciones "directas" el sábado con Irán sobre su programa nuclear, tras haber amenazado con bombardear la República Islámica, que en un principio se mostró reticente pero finalmente aceptó las conversaciones, aunque con un intermediario.
¿Qué quiere Irán de Estados Unidos?
La prioridad para Teherán es conseguir un levantamiento de las sanciones que estrangulan su economía.
En 2015, Irán concluyó tras 20 meses de negociaciones un acuerdo con las grandes potencias, entre ellas Estados Unidos, para regular sus actividades nucleares. A cambio, el texto preveía el regreso a Irán de las inversiones occidentales.
Esto dio a los iraníes grandes esperanzas de ver a su país salir del aislamiento y abrió grandes perspectivas para la economía.
Sin embargo, en 2018 Donald Trump retiró a su país del acuerdo y volvió a imponer fuertes sanciones, de las que la economía iraní nunca se ha recuperado.
Según el tipo de cambio informal, el valor del rial, la moneda oficial de Irán, frente al dólar se dividió desde entonces por siete, alimentando una hiperinflación y un desempleo que empobrecen a la población.
"Si Irán consigue romper las cadenas de las sanciones, podría alcanzar un crecimiento económico considerable", indica a AFP desde Teherán el académico Fayyad Zahed, experto en relaciones internacionales.
Además de sus reservas de hidrocarburos, que figuran entre las mayores del mundo, Irán es un enorme mercado emergente de 86 millones de habitantes, con una población joven (32 años de media) y formada.
¿Por qué hablar ahora?
Irán parece haber quedado debilitado a raíz del ataque del movimiento palestino Hamás el 7 de octubre contra Israel.
En Líbano, Hezbolá, que cuenta con el respaldo militar de Teherán, se ha visto debilitado por su guerra contra Israel en apoyo de los palestinos.
En Siria, su aliado Bashar al Asad fue derrocado, mientras que en Yemen los rebeldes hutíes han sufrido recientemente bombardeos estadounidenses.
"Irán (ya) no dispone de ninguna carta eficaz y sufre las consecuencias" de las convulsiones en la región, considera Fayyad Zahed, en referencia al "eje de la resistencia".
Durante mucho tiempo, las autoridades iraníes consideraron esta alianza informal de grupos armados opuestos a Israel como un escudo.
Sin embargo, un serie de bombardeos israelíes contra Irán en octubre, en respuesta al lanzamiento de misiles, dejaron al descubierto los límites de esta estrategia.
¿Qué estrategia?
"Irán está listo para aceptar las mismas condiciones técnicas" del acuerdo de 2015, estima Zahed.
Teherán defiende su derecho a la energía nuclear con fines civiles, en concreto para diversificar sus fuentes de abastecimiento energético.
Las potencias occidentales sospechan que Irán desarrolla su capacidad nuclear para dotarse de la bomba, lo que Teherán niega rotundamente.
"Por otra parte, el país no mostrará ninguna flexibilidad en lo que se refiere a sus misiles", advierte el experto.
En 2018, la salida de Estados Unidos del acuerdo estuvo motivada entre otras cosas por la ausencia de medidas contra el programa balístico, que Washington y su aliado Israel consideran como una amenaza.
En febrero, el guía supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, instó a "no negociar" con la administración Trump, justificando su postura por la "experiencia" de acuerdos anteriores alcanzados con dirigentes estadounidenses pero no cumplidos.
En marzo, Trump escribió a los dirigentes iraníes pidiendo conversaciones. Pero también amenazó con bombardear el país si fracasa la diplomacia.
Teherán aseguró que no negociará bajo presión.
El anuncio del presidente estadounidense sobre las negociaciones el sábado en Omán pareció tomar por sorpresa a la diplomacia iraní.
El ministro de Relaciones Exteriores, Abás Araqchi, tuvo que confirmar en plena noche en X la celebración de dichas conversaciones.
Según la página web de noticias estadounidense Axios, Donald Trump ha dado a Irán un plazo de dos meses para llegar a un nuevo acuerdo.
El dirigente "rompió una vez" el acuerdo nuclear, señala el reformista Hossein Nouraninejad en el diario gubernamental Iran, y "hay muchas diferencias históricas entre los dos países", que no mantienen relaciones diplomáticas desde 1980.
Sin embargo, un diálogo directo entre Trump y Jamenei parece "más probable que una guerra", opina Ali Shakurirad, político cercano al presidente iraní Masud Pezeshkian, en el diario Etemad.
E.Robert--PS