La moneda argentina se deprecia tras levantamiento del control de cambios
El peso argentino se depreciaba frente al dólar este lunes, en una jornada marcada por la expectativa tras la liberación parcial de los controles de cambio que regían desde hace seis años y ante la visita del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent.
Hacia las 13H00 locales (16H00 GMT), el peso cotizaba a 1.210 por dólar, frente a 1.097 la semana pasada, según el estatal Banco Nación, en reacción al levantamiento de las restricciones a la compra de divisas anunciadas el viernes.
Con esta medida, el gobierno consiguió un contundente respaldo del Fondo Monetario Internacional, que otorgará un préstamo de 20.000 millones de dólares con un primer desembolso de 12.000 millones previsto el martes.
También el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo anunciaron paquetes de 12.000 millones y 10.000 millones, respectivamente.
La puesta en marcha del nuevo esquema coincide con la visita del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, que se reunirá con el presidente ultraliberal Javier Milei a las 15H00 locales (18H00 GMT), tras lo cual se espera una declaración conjunta.
"No existe más el dólar oficial, hay un dólar único que es el de mercado", celebró Milei en diálogo con Radio El Observador al recordar que la eliminación de los controles de cambio fue una promesa de su campaña electoral.
La eliminación del llamado 'cepo' se produce tras semanas de crisis cambiaria en las que el Banco Central debió vender más de 2.000 millones de dólares para sostener la moneda.
El esquema anterior multiplicó por cinco los tipos de cambio y fogoneó un mercado negro.
El nuevo mecanismo implica que la moneda fluctuará por oferta y demanda con un piso de 1.000 pesos por dólar estadounidense y un techo de 1.400 pesos. El Banco Central podrá intervenir para mantener la cotización entre las bandas.
- Esperando -
A partir de este lunes, los particulares que antes solo podían comprar hasta 200 dólares por mes, ahora pueden adquirir una cantidad ilimitada a través de operaciones bancarias, y un máximo de 100 si es en efectivo. Las empresas en cambio deben esperar hasta 2026 para sacar dividendos al exterior.
La incertidumbre se palpaba en la calle. El transportista Leonardo Reta, de 59 años, dijo a la AFP que no pudo comprar un repuesto que estaba disponible la semana pasada.
"Me dijo 'el miércoles tengo novedades sobre tu repuesto'. Hay que ver el valor que me pone dentro de dos días. Se está especulando todo", comentó.
La calle Florida en el centro de Buenos Aires, donde tradicionalmente se intercambian los dólares en el mercado negro, carecía el lunes de los numerosos cambistas informales que la caracterizan.
"Todo el mundo está esperando a ver qué pasa", dijo uno de ellos a la AFP, sin querer dar su nombre.
La empleada doméstica Carolina Ramírez, de 52 años, dijo confiar en las medidas de Milei, quien mantiene entre 40% y 45% de apoyo en las encuestas. "El señor es muy inteligente. Hay que darle una chance", consideró.
- "Desesperación" -
El gobierno ha utilizado la fijación de la cotización del dólar como ancla de las expectativas de inflación. Las nuevas medidas abren incógnitas respecto a su repercusión en los precios.
El control de la inflación es el principal capital político de Milei que tendrá este año su primer test electoral en las legislativas de octubre.
El riguroso plan de austeridad, con drásticos ajustes en jubilaciones, educación y salud, implicó una reducción de la inflación de 211% en 2023 (cuando devaluó 52% el peso) a 118% en 2024.
Sin embargo el retroceso en el ritmo de aumento del costo de vida se quebró en febrero cuando anotó 2,4% para acelerarse al 3,7% en marzo.
En este contexto, a unas horas de la llegada de Bessent, un grupo de terapeutas y familiares de personas con discapacidad se manifestaban en la puerta de la casa de gobierno en reclamo por la falta de financiamiento al sector, con pancartas que rezan "la discapacidad no puede esperar".
"Se vive con mucha angustia, al borde de la desesperación", dijo a la AFP Viviana Fernández, psicopedagoga y madre de una persona con discapacidad, que denunció que hay "atrasos en los pagos de muchos meses" y limitaciones en la autorización de prestaciones.
Pero el presidente prometió que "para mitad del año que viene se terminó el problema de la inflación en Argentina".
También Santiago Furiase, miembro del directorio del Banco Central, minimizó el impacto inflacionario del nuevo régimen cambiario. "A la gente le llevará un tiempo (habituarse), viene con el chip por años de que cada vez que el dólar sube, se asocia a la inflación", dijo al canal La Nación+.
"Seguramente la cotización va a tener una reacción inicial, pero luego tendrá una trayectoria hacia el piso de la banda", sostuvo.
D.Gautier--PS