
El estado de la guerra comercial entre China y Estados Unidos

La guerra comercial entre Pekín y Washington escaló otro peldaño tras la imposición por parte de Donald Trump de aranceles del 125% a las importaciones chinas a Estados Unidos, a la vez que suspendía por noventa días los impuestos aduaneros a decenas de países.
La medida responde a las represalias tomadas por China, que a partir de este jueves grava con aranceles del 84% los productos importados desde Estados Unidos.
La AFP hace un resumen de la situación y de las posibles consecuencias de este pulso entre las dos mayores economías mundiales.
- ¿Cuál es la estrategia de Trump? -
El presidente republicano justificó el endurecimiento de los aranceles impuestos a China por la supuesta "falta de respeto" de Pekín, que ha replicado cada paso de Washington en esta guerra comercial.
Así, los aranceles a los productos de la segunda economía mundial se elevarán al 125%, contra el 104% decretado hace apenas unos días. El caso contrasta con la suspensión durante 90 días de las sobretasas acordadas a decenas de países.
El gigante asiático es el principal objetivo de la guerra arancelaria de Trump. A medida que China tomaba medidas de represalia, los aranceles contra sus bienes aumentaban drásticamente: 10, 20, 54, 104 y 125% en la actualidad.
Además, la segunda economía mundial está afectada por otros aranceles decretados por la Casa Blanca a productos específicos como el acero, el aluminio o los automóviles.
- ¿Cuál es la respuesta de Pekín? -
China anunció el martes que combatiría los aranceles estadounidenses "hasta el final" y ha respondido a cada embestida arancelaria de Washington.
Las autoridades comunistas habían anunciado gravámenes del 34% a los productos estadounidenses y los aumentaron al 84% después de que Washington elevara los suyos al 104%.
El jueves, China activó estas nuevas tarifas, aunque sin reaccionar todavía al último repunte al 125% decretado por Trump.
El gobierno chino también inició un procedimiento ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), denunciando "hostigamiento" por parte de la administración estadounidense.
Además, el país asiático ha tomado medidas de represalia fuera de la esfera comercial como desaconsejar a sus ciudadanos viajar a Estados Unidos o sancionando algunas empresas norteamericanas.
China "ha señalado claramente" que no dará marcha atrás, afirma Zhiwei Zhang, economista en Pinpoint Asset Management, que no ve "una solución rápida y fácil" al conflicto.
- ¿Cuán vulnerable es China? -
Las exportaciones chinas a Estados Unidos se elevaron por encima de los 500.000 millones de dólares el año pasado, lo que representa un 16,4% del total, según los servicios aduaneros de Pekín.
Al mismo tiempo, China importó 143.500 millones de dólares de productos estadounidenses ese mismo año, según la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos.
Los productos agrícolas dominan estas importaciones, según el Consejo de Negocios Estados Unidos-China, que también destaca la importancia del petróleo y el gas, los farmacéuticos y los semiconductores.
La ira de Trump viene provocada por este excedente comercial de China, que en 2024 se situó en 295.400 millones de dólares según el Departamento de Comercio norteamericano.
Pero el gigante asiático no está dispuesto a equilibrar la balanza, en parte porque las exportaciones están ejerciendo de motor económico ante el letargo del consumo interno.
Un empeoramiento de la guerra comercial podría repercutir en el ya modesto objetivo de crecimiento fijado por Pekín para 2025 de "alrededor del 5%".
- ¿Cuál será el impacto de los aranceles de Trump? -
La guerra comercial podría reducir en "hasta un 80%" los intercambios de mercancías entre los dos países y acabar con "casi el 7%" del PIB mundial a largo plazo, advirtió la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala.
Los analistas prevén que este conflicto reducirá considerablemente el crecimiento económico de China.
Las exportaciones de productos electrónicos, maquinaria y ropa se situarán entre las más afectadas, según el Instituto Peterson de economía internacional con sede en Washington.
Pero los aranceles también castigarán a fabricantes y consumidores estadounidenses, ávidos de productos chinos, advirtieron los analistas.
Pese a estos daños considerables en ambas partes, parece "difícil ver a un lado u otro recular en los próximos días", estimó Paul Ashworth, experto de la consultora Capital Economics.
"Terminará habiendo negociaciones, pero una retirada completa de todas las sobretasas (...) parece poco probable", auguró.
I.Moreau--PS