
Santa María la Mayor, el refugio de oración de Francisco se convierte en su sepulcro

Un joven pide a un sacerdote que bendiga unos rosarios con la imagen del papa Francisco. El confesionario está ubicado al lado de un área cubierta por tablones: la futura tumba del pontífice en la basílica de Santa María la Mayor.
La imponente iglesia del siglo V está en pleno corazón de Roma y Francisco solía ir a rezar a este templo la víspera de sus viajes al extranjero o a su regreso.
Los rosarios con la imagen del papa están en una bolsita blanca. Valentín Amor la carga con delicadeza. Este argentino de 22 años viajó con su madre desde España, donde residen, para despedirse de su compatriota, fallecido el lunes a los 88 años.
Visitan Santa María la Mayor después de presentar sus respetos ante la capilla ardiente de Jorge Mario Bergolgio, en la basílica vaticana de San Pedro.
"Lo lloramos todos estos días, teníamos que venir", dice a la AFP.
- "Ese es el lugar" -
La tumba de Francisco será en mármol y tendrá por única inscripción "Franciscus".
Una reproducción de la cruz pectoral que llevaba el pontífice en vida completará el conjunto.
La sepultura estará situada en una nave lateral de la basílica, cerca del altar de San Francisco.
Francisco descartó ser inhumado en la cripta de la basílica de San Pedro, como suele ocurrir desde hace más de tres siglos, aunque con algunas excepciones.
Otros siete pontífices están también enterrados en Santa María la Mayor, el último Clemente IX, en 1669.
También personajes famosos como el arquitecto y escultor Bernini.
El papa explicó al vaticanista español Javier Martínez-Brocal que la sepultura era "un cuarto que usaban para guardar los candelabros", ubicado cerca de la escultura de la Reina de la Paz.
"Lo vi y pensé 'ese es el lugar'", dijo el pontífice muy apegado al culto de la Virgen María y en especial al 'Salus Populi Romani', un icono atribuido a San Lucas que representa a la Virgen con el niño Jesús en sus brazos.
La tradición cuenta que el apóstol usó un trozo de madera de la mesa que se utilizó en la Última Cena o de alguna construida por Jesús que María conservó tras su crucifixión.
- "Historia sin planificarlo" -
Los fieles podrán visitar la tumba a partir del domingo, aunque durante esta semana la fila de visitantes ya era larga.
Ana Dao, una venezolana de 30 años, toca al entrar la Puerta Santa, abierta excepcionalmente en 2025 con motivo del Jubileo.
Su viaje a Italia con su esposo y suegros coincidió con la muerte del jesuita.
"Estamos viviendo esta historia sin planificarlo", dice a la AFP. "Es la transición de un papa a otro".
Rápido se pierde en el interior de este templo, una de las cuatro basílicas papales de Roma.
La nave central está rodeada de 40 columnas jónicas y de mosaicos excepcionales. El techo dorado, cuenta la tradición, fue elaborado con el primer cargamento de oro americano regalado por la reina Isabel la Católica en el siglo XV.
- La nevada de la Virgen -
En Santa María la Mayor se encuentran otras importantes reliquias del catolicismo como supuestos fragmentos de madera procedentes de la cuna del niño Jesús, conservados en un relicario de cristal de roca en forma de cuna.
La iglesia fue construida hacia el año 432 a petición del papa Sixto III en la colina del Esquilino.
Un templo le antecedió, financiado por el rico patricio romano Giovanni, supuestamente después de una aparición de la Virgen a él y al papa Liberio (352-366) que pidió la construcción de una iglesia.
El lugar lo señaló supuestamente la Virgen con una nevada el 5 de agosto.
I.Moreau--PS