
La Basílica de Santa María la Mayor, última morada del papa, en el centro de Roma

La Basílica de Santa María la Mayor, donde el papa Francisco decidió ser inhumado, es una imponente iglesia del siglo V situada en pleno corazón de Roma, donde fueron ya enterrados siete papas.
El pontífice argentino, fallecido el lunes a los 88 años, declaró a finales de 2023 que quería ser inhumado en esta basílica, y no en la cripta de la Basílica de San Pedro, como se ha hecho desde hace más de tres siglos.
"Justo después de la escultura de la Reina de la Paz (la Virgen) hay un pequeño recinto, una puerta que da a un cuarto que usaban para guardar los candelabros. Lo vi y pensé: 'Ese es el lugar'. Y ya está preparado ahí el lugar de la sepultura. Me han confirmado que ya está listo", dijo al vaticanista español Javier Martínez-Brocal en su libro "El Sucesor".
Siete papas fueron ya inhumados en esta basílica, el último Clemente IX, en 1669, así como personajes famosos, como el arquitecto y escultor Bernini, autor de la columnata de la plaza de San Pedro.
Jorge Bergoglio, muy apegado al culto de la Virgen María, solía ir a rezar a este templo, que forma parte oficialmente del territorio del Vaticano, la víspera o al regreso de cada uno de sus viajes al extranjero.
El interior mantiene una estructura parecida a la original: la nave central está rodeada de 40 columnas jónicas y de mosaicos excepcionales.
Según reza la tradición, la Virgen hizo una aparición ante un rico patricio romano, Giovanni, y ante el papa Liberio (352-366), y pidió la construcción de una iglesia en su honor, señalando el lugar escogido con una nevada el 5 de agosto.
De esa primera iglesia, financiada por Giovanni, no queda nada, según el Vaticano.
El templo actual, una de las cuatro basílicas pontificias de Roma, fue construido hacia el año 432 a instancias del papa Sixto III en el monte Esquilino.
En ella se encuentran algunas de las reliquias más conocidas del catolicismo, como un icono atribuido a San Lucas que representa a la Virgen María con el niño Jesús en sus brazos.
También se guardan en este templo los fragmentos de madera procedentes de la cuna del niño Jesús.
Varios estudios recientes permitieron fecharlos científicamente del periodo del nacimiento de Jesús, según la web de la basílica. Están conservados en un relicario de cristal de roca en forma de cuna.
R.Fournier--PS